Cuando el cuerpo nos habla.

Me gustaría dejar claro que este articulo es en parte mi opinión personal, por eso lo que viene a continuación en estas lineas son sólo las conclusiones de mi propio proceso de aprendizaje debido a mi propia experiencia. Puede ser correctas o no. No lo se. Las comparto con todos vosotros por si a alguien le pueden servir de algo. Gracias por leerme y espero que lo disfrutes!

Como muchos/as sabéis ya en mis consultas hago osteopatía, que a modo de resumen diré, que la osteopatía “consiste en equilibrar el cuerpo mediante terapias manuales para potenciar sus propias fuerzas de autocuración.”
Si quieres una explicación más extensa, viene en mi articulo anterior que puedes leer aquí.

Quizá lo segundo que debería contar que es que se puede esperar de una de mis consultas, y pero la verdad es que algo muy complicado de responder… Tanto que de hecho pensaba que ese fuera mi siguiente articulo, pero al final he decidido descartarlo, por que soy de la creencia que “sentir es creer” y por eso prefiero que cada persona lo descubra por si sola.
Además estoy seguro de que si hiciéramos una encuesta, cada persona contestaría cosas distintas.

Creo conveniente explicar que para mi el dolor o cualquier molestia es un señal o un aviso, a mi me gusta llamarlo pista, que nos da el cuerpo de algo que pasa. Quiero dejar bien claro, que no es ni bueno, ni malo, solo es molesto cuando lo sufrimos, pero para mi como terapeuta y osteopata:

ESE DOLOR ES SOLO UN SINTOMA DE LO QUE REALMENTE TENGO QUE TRATAR.

Si, es así, tanto que me resulta curioso que casi todo el mundo viene a mi consulta por un dolor, o una molestia, que puede tener mil formas y mil nombres según la medicina alopática.
Lo voy a repetir para que quede bien claro, cosas tales como contracturas, tendinitis, esguinces, molestias en la espalda a cualquier nivel, etc… para mi como osteopata son solo nombres genéricos que se le han puesto a unos síntomas particulares y únicos en cada persona, unas pistas producidas por el cuerpo único de cada persona para llevarnos a la verdadera disfunción o causa primigenia.

Es más, son síntomas que realmente yo NO trato, mi intención en todas las consultas es seguir esas pistas, ese camino de miguitas de pan hasta encontrar el origen que produce esos síntomas por los que viene la persona, y juntos (esa persona y yo) buscar la forma de solucionarlo para así paliar esos síntomas.

Como dice el refrán: “muerto el perro se acabo la rabia”

Ahora bien, el nudo gordiano de todo esto es que encontrar esa causa primigenia, no es sencillo.
De momento hay muchas teorías sobre cuales son los orígenes de todos esos síntomas, y yo sin animo de alguno de polemizar ni de discutir, comentare que me voy a guardar mis propias teorías sobre esto… Pero lo que si opino es que mientras paciente y terapeuta, de la forma que sea, según la teoría que sea y usando las técnicas que sean… Tratan de averiguar ese origen, y digamos que traten juntos de ser conscientes de que esta ocurriendo realmente en el cuerpo, conseguirán la sanación.

En mi caso como osteopata mientras sigo ese camino de miguitas de pan, mantengo una conversación con la persona que esta tumbada mientras mis manos hablan con su cuerpo y lo equilibran usando las diferentes técnicas manuales que he aprendido y de esa forma es como ayudo a potenciar las propias fuerzas de auto sanación de su cuerpo.

O dicho de otro modo mi trabajo es equilibrar las distintas partes del cuerpo para que síntoma tras síntoma vayan desapareciendo hasta llegar al origen, sobre todo en las lesiones que han perdurado por el tiempo (las lesiones “de toda la vida”), puesto que han tenido más tiempo de compensar un síntoma con otro tapándose unos a otros. La pregunta es evidente.

¿Y por que no quitas todos los síntomas de golpe y llegas al origen en una sola consulta?

Mi respuesta es sencilla, esa es mi sana intención, pero en cada caso, me encuentro con personas distintas, que tienen cuerpos distintos, que están en momentos distintos de su vida y que integran de forma distinta los cambios que se realizan….. O dicho de otro modo. No puedo seguir pistas que ni la persona que viene ni yo somos aun conscientes de que el cuerpo nos los cuenta.

Además hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo comienza a integrar todos esos cambios que se han realizado durante una consulta en el momento que terminada esta, nos levantamos de la camilla y empezamos a andar. En el caso de la ostepatía que me enseñaron (desconozco de momento como será en otras escuelas) debemos dejar un plazo de un mínimo de tres semanas para que todo eso que hemos trabajado juntos (terapeuta y paciente), se vaya acomodando y tomando lugar de forma apropiada…

Me gusta decir que nuestro cuerpo a lo largo de las siguientes semanas, día a día, nos va contando que cambios estamos integrando, cuales no, y nos va da dando nuevas pistas, me tomaré la licencia de decir que nuestros cuerpos de la única forma que saben, nos están contando que tenemos que mirar, en que partes y en que zonas tenemos que fijarnos. Por eso es posible que aparezcan molestias que no teníamos antes de ir a la consulta , este NO es resultado de una mala praxis, si no más bien de un forma correcta y moderada de hacer las cosas. El cuerpo necesita su tiempo para auto curarse, tiempo de ver que cosas han cambiado durante la consulta, tiempo de ver cuales de esos cambios puede integrar, y cuales de los que no puede integrar son compensados, para proporcionarnos nuevos síntomas, nuevas pistas que nos lleven a ese origen.

Por ejemplo. Esto explica por que puedes salir sin la molestia del codo con la que viniste pero que a los días apareces con una molestia en la rodilla o pie contrarios, que al cabo de unos días más desaparecen pero pasa a molestarte el pecho, y al cabo de otros días desaparece y no tener molestia alguna.

Cada persona es distinta, y tiene un cuerpo es distinto y soy de la opinión de que se nos ha acostumbrado a que el dolor o las molestias son malas y hay que quitarlas de la forma que sea… Para mi son sólo la forma incomoda y molesta que tiene nuestro cuerpo, que nos habla con su propio lenguaje, de llamar nuestra atención de aquello que nos pasa pero que aun no somos conscientes de ello. Mi trabajo real es ayudar a entender ese lenguaje personal del cuerpo de cada uno, y ayudar sobrellevarlo de la mejor manera posible.

Espero que hayáis disfrutado de la lectura, y haber aclarado algunas dudas, podéis dejar comentarios en esta página o en Facebook (Aquí), o en el correo unasmanosqueven@gmail.com

Hasta la proxima!
Unas Manos Que Ven.

FUENTES:
– Marc de Coster; Annemie Pollaris. Osteopatia visceral, Barcelona: Paidotribo, 2009
– Leopold Busquet, La Ostepatía craneal, Barcelona: Paidotribo, 2009.

 

Copyright (c) 20 de Mayo 2015 Rafael Alvarez
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Unas Manos Que Ven (RAJ)

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